La búsqueda de la felicidad

En el día mundial de la felicidad, hoy 20 de Marzo según dicen, terminaré con el elogio de la felicidad que hace VICTORIA CAMPS en su libro LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD", en el que se pregunta cómo lograr "la vida buena" (que no es lo mismo que la buena vida) y cuál es el papel de la libertad en su consecución. Ser libres de poder escoger cómo podemos vivir, cómo debemos vivir individual y colectivamente, es algo que no puede resolver la Ciencia sino que es cuestión filosófica. Y para la Filosofía buscar la felicidad por medio de la libertad son derechos de cada uno, pero como seres sociales que somos, no lo podemos conseguir individualmente. El filósofo John Stuart Mill hablaba de "La felicidad para todos". Introduce frente a Bentham, además de la cantidad, la CALIDAD de los placeres: los sentimientos están por encima de los placeres de la sensación. Fue educado por su padre y por Bentham rígidamente para que fuese el ejecutor de un radicalismo político y social. Una depresión oportuna le llevó al cultivo de los sentimientos, la poesía y el arte como expresión de la cultura y transforma el utilitarismo hedonista en otro, humanista y altruista. Le influyó su amada Harriet Taylor para escribir el 1º y único tratado a favor de la mujer: “La sujeción de la mujer”.La felicidad de todos sería la igualdad y la libertad, obligaciones sociales que serían propias de un "Estado de bienestar" para todos. En su libro, Victoria Camps piensa que un elemento muy importante para conseguir la felicidad es la educación, porque nos enseña la sabiduría que es necesaria para discernir lo que nos conviene de lo que no nos conviene. Y la Ética, que es una sabiduría práctica de la vida buena que nos enseña que esta búsqueda de una vida correcta es responsabilidad de todos. Victoria Camps desarrolla la Ética del CUIDADO, que en el fondo es una crítica desde el Feminismo a una Ética racional centrada exclusivamente en la defensa de los valores de libertad e igualdad: el CUIDADO, como complemento de la ética de la justicia, está basado en la solidaridad, el tercero de los valores de la Revolución francesa (libertad, igualdad y fraternidad). La solidaridad o fraternidad es necesaria porque no bastan “instituciones, leyes, procedimientos justos…sino también ayuda, compasión, compañía, cuidado para los seres más indefensos y vulnerables- los niños, los ancianos, los parados, los extranjeros-que no sólo reclaman justicia, sino también aprecio cercanía, amistad…”. Y proclama el CUIDADO como obligatorio para todos, no sólo para las mujeres. ¿Y los libros de autoayuda?, se pregunta. La verdadera autoayuda es la cultura, el arte, la música, los libros...Aunque la cultura no sea garantía de la vida buena, si es (porque hay personas cultas y malas) un medio para aprender a soportar las limitaciones: envejecer, morir... Yo pienso que este texto final de Charles Darwin es el que mejor nos puede ilustrar de la relación que existe entre cultura y felicidad: “Hasta los 30 años, y después incluso, muchas clases de poesía me proporcionaban gran placer, cuando era escolar me gustaba mucho Shakespeare, especialmente las obras históricas. También he dicho que en el pasado la pintura y la música me han dado un considerable placer. Pero desde hace muchos años no he podido leer una línea de poesía. He tratado últimamente de leer a Shakespeare, lo he encontrado tan intolerablemente aburrido, que me ha dado náuseas. También he perdido casi por completo el gusto por el arte y la música. Mi mente parece haberse convertido en una especie de máquina para deducir leyes generales en base a una serie de datos, pero no puedo concebir por qué esto ha causado la atrofia de esa parte de mi cerebro, de la cual dependen las sensaciones más elevadas. La pérdida de ellas es una pérdida de felicidad y muy posiblemente sea perjudicial para el intelecto y más probablemente aún para el carácter moral, debido a un debilitamiento de la parte emocional de nuestra naturaleza.” Charles Darwin. Autobiography Recomendaría también otros libros para saber sobre la felicidad. En primer lugar, la Ética de Aristóteles, pero además el libro de Fernando Savater "El contenido de la felicidad", y "La conquista de la felicidad" de Bertrand Russell.